Navidad o la falsa sensación de que beber en grandes cantidades no es pernicioso

Cuando se ajusta el número de semanas que faltan para finalizar el año, la nostalgia y las expectativas se fusionan con el regreso a casa de familiares y amigos y con una agobiante concatenación de eventos, comidas y cenas en las que el alcohol es sustancia protagonista. Existe cierto descontrol al respecto, pues la sensación común parece ser que es una época en la que podemos levantarla mano a la bebida sin consecuencias, algo lejos de la realidad.

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Desde inRecovery, además, notamos como esta particularidad afecta al total – o a casi el total de la sociedad-sin que las autoridades, ni si quiera las sanitarias, pongan suficientemente los puntos sobre la íes. En esta línea, la Organización Mundial de la Salud se pronuncia al respecto fijando unos límites de riesgo que oscilan entre  40 y 60 gramos diarios de alcohol (equivalentes a 4-6 cañas de cerveza) para hombres y de 20 a 40 para mujeres (equivalente a 2-4 cañas de cerveza); así como no sobrepasar los 280 gramos semanales en el caso de los hombres y 168 en el caso de las mujeres. Sin entrar en discutir más o menos gramos, el mensaje de la Organización Mundial de la Salud es, en esencia, que no hay ningún consumo de alcohol que sea saludable.

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Tal y como se explica en el último libro de inRecovery "Del tratamiento del alcoholismo y de su recuperación”, coordinado por el doctor Gabriel Rubio y su equipo en el Hospital Universitario 12 de Octubre; la tendencia médica hacia la atención del paciente con consumo de alcohol da algunos signos de cambio, una metamorfosis que debe sin duda completarse. En este sentido, ahora y con la evidencia médica disponible, cualquier paciente acuda a su médico deberá recibir información sobre las consecuencias del consumo de alcohol, independientemente de la cantidad consumida. Porque hay evidencia médica del riesgo de una sustancia que provoca, de manera directa o indirecta, el 5 % de las muertes en el mundo y que, sin embargo, no parece ser un mensaje que cale en sociedad. 

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Prueba de la absoluta desinformación que tiene la sociedad o de que  “ojos que no ven, corazón que no siente”, fue el incendio mediático a finales de octubre de 2021 provocado por un mensaje que advertía sobre una posible falta de suministro de bebidas alcohólicas de cara a los festejos navideños. Estos mensajes, repetidos en múltiples cabeceras y soportes, generaron un estado de catástrofe en nuestra sociedad. Esta parcialidad no es algo que llamara la atención entre nuestros conciudadanos: el consumo del alcohol está tan extendido que pocos se imaginan una cena de Navidad sin una botella en la mesa.

El abuso de alcohol, un gran riesgo incluso para bebedores puntuales

En esta línea, no solo debemos estar atentos al mal que puede provocar un consumo de alcohol que nos lleve a una adicción. Se sabe por todos, aunque no se señale suficientemente, que el consumo de alcohol, aunque sea de manera puntual, puede tener efectos catastróficos.

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Un estudio que publicó Journalof Abnormal Psychology ponía de relieve cómo el alcohol inhibe en el sujeto la sensación de no estar haciendo lo correcto; además de empujar a la persona que ha bebido a no darle importancia a los errores que se cometen. Es por ello por lo que puede acabar en conductas agresivas o irresponsables tan repetidas como conducir bajo los efectos de las sustancias. Algo común que provoca entre el 30 y el 50 % de los accidentes mortales. No solo eso: más allá de conductas poco ejemplares, el alcohol en abuso es causante de otro tipo de accidentes eincluso de comas etílicos.

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En conclusión, las consecuencias del alcohol son, a largo plazo, destructivas para el individuo que desarrolla una adicción y, en el corto, pueden ser demoledoras para el sujeto que comete un abuso. Por ello, desde inRecovery proponemos compartir el siguiente mensaje con amigos y familiares: Para disfrutar de la familia y de los amigos no es indispensable el alcohol. Si invitamos a una de nuestras comidas o cenas navideñas a una persona que se está recuperando de su adicción al alcohol, tenemos que saber la presencia de alcohol en la mesa provoca un estado emocional estresante que le puede impedir integrarse  y disfrutar del resto de amigos y familiares.

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Felices Fiestas desde inRecovery 

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